Siguiendo una retórica muy
conocida, se denuncia con vehemencia el nacionalismo, presunta causa de
todas las guerras y de todas las desgracias. Al nacionalismo se le opone Europa (la de Bruselas) y todo aquello que trasciende a las naciones:
el mundialismo, la supranacionalidad, la apertura de las fronteras… Pero esto es históricamente falso. Leer artículo ⇰