La crítica del “orden patriarcal” efectuada por el feminismo original estaba totalmente justificada, pero muy
tempranamente, sin embargo, tomó la forma de una representación caricaturesca
de las relaciones de sexo en el pasado, como si toda la historia europea se
resumiera, siempre y en todas partes, en una dominación unilateral de un sexo
por el otro. Leer artículo