El odioso asesinato sucedido el viernes 16 de octubre pasado hunde a la sociedad francesa en la estupefacción y el aturdimiento. El pavor lleva también a una nueva experiencia de ingeniería sociomediática. Más de cinco años después de "Yo soy Charlie", varias manifestaciones tienen lugar en todo el país para reclamar libertad de expresión. Leer artículo