Después de la caída del muro de Berlín, mientras que el paradigma del “fin de la historia” de Fukuyama y el triunfo del modelo de la democracia liberal de mercado a nivel planetario prevalecen, la tecnocratización de las élites dirigentes mundialistas y su separación del pueblo ponen en cuestión la legitimidad democrática de tal modelo de gobierno oligárquico. Leer artículo