La palabra
"conspiración" se ha convertido en un término despectivo para
desacreditar cualquier pensamiento no conforme, cualquier crítica al discurso
oficial e institucional y cualquier desafío a los mandatos gubernamentales.
Vaciado de su significado, ampliado hasta el extremo, "conspiración"
se ha unido a "fascismo" en la lista de calificativos
descalificadores e infames que se supone ponen fin a cualquier debate cuando
alguien se queda sin argumentos. Leer artículo