El conspiracionismo presenta cinco características importantes que resumen su genialidad. Esas cinco particularidades, transformadas en ventajas, hacen comprender, en contraste, los límites epistemológicos del anticonspiracionismo, sus motivaciones profundas y fundamentos ideológicos.
La conclusión será doble:
(1) Solo el conspiracionismo permite entender la naturaleza del poder. Su contrario es una emanación del poder cuya vocación es protegerlo y permitirle escapar a la comprensión de aquellos sobre los que el poder se ejerce.
(2) No se dialoga con el poder: o nos sometemos o lo combatimos. Ha llegado la hora de que los conspiracionistas se muestren ofensivos y, frente a la ideología del caos que el poder encarna y proyecta sobre el mundo a través de sus repetidores mediáticos e institucionales, presenten el conspiracionismo como un remedio a las pulsiones mortíferas de la hidra mundialista. El conspiracionismo es un humanismo. Leer artículo