El Papa Francisco ha respondido al aumento del soberanismo y del populismo en Italia como en Europa: “El soberanismo es una actitud de aislamiento”, ha subrayado el soberano pontífice en una entrevista del 9 de agosto a La Stampa.
El Papa Francisco ha fustigado el
soberanismo, una actitud de “cerrazón” que “lleva a la guerra” y ha valorado
que el populismo tiene un discurso “muy cercano” a esa actitud. Estas
declaraciones llegan en medio de la crisis política desatada por la ruptura de
la coalición de gobierno entre La Liga
de Matteo Salvini y el Movimiento 5
Estrellas de Luigi Di Maio.
“El soberanismo es una actitud de
aislamiento. Estoy preocupado porque escuchamos discursos que se parecen a los
de Hitler en 1934. Nosotros primero. Nosotros...nosotros…: son pensamientos que
dan miedo”, ha dicho el Papa, sin referirse a ningún político ni país en
particular.
Matteo Salvini, que se considera amigo
del dirigente húngaro Viktor Orban y de la presidenta de Reagrupación nacional francesa (RN) Marine Le Pen, reivindica su
pertenencia a un “frente soberanista” cuyo objetivo es “expulsar a los
oligarcas europeos”. En caso de elecciones anticipadas en otoño, Matteo Salvini
piensa acudir solo y las encuestas pronostican una amplia victoria, con la
ayuda puntual del partido Fratelli
d´Italia.
“Un país debe ser soberano, pero no
cerrado. La soberanía debe ser defendida, pero las relaciones con otros países,
con la Comunidad europea, deben ser defendidas igualmente. El soberanismo es
una exageración que termina siempre mal: es algo que lleva a la guerra”, ha
añadido el Papa. Preguntado por el populismo, ha estimado que se trataba del
“mismo discurso”. “Los populismos nos llevan a los soberanismos: ese sufijo en
“ismo” nunca lleva a nada bueno”, ha afirmado.
Reaccionando desde una red social, Marine
Le Pen ha juzgado esa frase desoladora, y se ha preguntado: “¿Y qué sucede con
el catolicismo y el cristianismo a sus ojos?”.
Para el Papa Francisco, Europa, que
representa “la unidad”, “no debe disolverse”. “Se ha debilitado con los años,
también por culpa de algunos problemas de gobernanza, de disensiones internas.
Pero hay que salvarla. Después de las elecciones, espero que comience un
proceso de reactivación”, ha dicho, acogiendo con satisfacción el nombramiento
de una mujer a la cabeza de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der
Leyen. El Papa hace referencia regularmente al peligro del aumento de los
partidos populistas antiinmigración, sin referirse nunca a ningún dirigente o
país en concreto. ■ Fuente: Le Figaro