Reunidos en torno a Matteo Salvini, Marine Le Pen y otros líderes nacionalistas y populistas de derecha han alabado “el momento histórico” que vivimos para Europa. Pero, entre bambalinas, la constitución de un “supergrupo” en el Parlamento europeo sigue siendo ardua y laboriosa.
Los líderes
nacionalistas se reunieron el sábado 18 de mayo en la plaza del Duomo, delante
de la majestuosa catedral de Milán. El affaire que acababa de
afectar al FPÖ austríaco, y que ha obligado a la dimisión del vicecanciller, influye
en la alianza que este partido tiene con el de Marine Le Pen en el Parlamento
europeo. Según un dirigente del Rassemblement National (RN), el vídeo
origen del escándalo es de hace dos años, pero le dan publicidad ahora… asunto
de profesionales.
¿Significa esto que
se quiere debilitar el pulso nacionalista que agita a Europa, a una semana del
escrutinio del 26 de mayo? En el estrado de Milán, los once oradores invitados
ponen sus últimas fuerzas en la batalla, desde Geert Wilders, jefe del PVV
holandés, a George Meuthen, de la AfD alemana, pasando por Marine Le Pen.
“Vivimos un momento histórico”, dice la responsable del RN, antes de que Matteo
Salvini apele a “liberar el continente de la ocupación ilegal organizada desde
Bruselas”. Detrás del escenario está Philippe Olivier, consejero de Marine Le
Pen, que comenta triunfante cómo Emmanuel Macron busca aliados para tener peso
en el Parlamento europeo, mientras que Le Pen ya los tiene.
Sí, pero… ¿con qué
influencia? Esa es la pregunta, mientras que Salvini y Le Pen intentan desde
hace semanas ensanchar su grupo “Europa de las naciones y las libertades”
(ENL), en esta campaña es, sobre todo, el italiano el que se ha impuesto. Lanzó
en abril su “Alianza europea de los pueblos y las naciones”, destinada a
concretar esta especie de “internacional nacionalista” (si se nos permite tan
“incorrecta” expresión). Por el momento, el agente reclutador Salvini ha
atraído sin esfuerzo a los alemanes de la AfD y a pequeños partidos como el
Partido popular danés o los Verdaderos finlandeses.
Las encuestas
realizadas por la web Politico dan a este nuevo
grupo alrededor de 70 eurodiputados después de las elecciones del 26 de mayo. Es
más que el actual ENL, pero todavía no es el “supergrupo” con el que sueña en
voz alta Marine Le Pen, que espera formar la tercera alianza más importante en
Estrasburgo. Un lugar que las encuestas todavía otorgan a los liberales del
ALDE, el grupo en el que espera aterrizar el partido de Macron, y también
Ciudadanos, entre otros.
¿Lo conseguirán
Matteo Salvini y Marine Le Pen? El dúo tiene en su objetivo a los tres grandes
ausentes del mitin de Milán. Los españoles de Vox estarían interesados, pero
todavía tienen dudas. Ya han dicho que “no quieren firmar ninguna alianza antes
de las elecciones, así que ya veremos después”, precisa un eurodiputado del RN.
Pero Salvini y Le Pen miran sobre todo hacia el Este. Esperan convencer al PiS
de Kaczynski, en el poder en Polonia, y al Fidesz del primer ministro húngaro,
Viktor Orbán, suspendido en marzo por el Partido Popular europeo. Dos
formaciones que está previsto que envíen unas delegaciones importantes al
Parlamento europeo, y cuya aportación sería decisiva para la alianza Salvini / Le
Pen.
El problema es que
todos estos grupos no están de acuerdo en todos los puntos. “Hay división sobre
el tema de Rusia y también sobre la economía”, resume Thierry Mariani, en
tercera posición en la lista RN. Los polacos no ven con buenos ojos la
inclinación rusófila del dúo Salvini / Le Pen. En cuanto a la línea
intervencionista del RN, ya de hecho alejada de las posiciones de la Liga
italiana, está más lejos todavía del liberalismo reforzado de Viktor Orbán.
Marine Le Pen no
niega las dificultades. “Son unas negociaciones muy complejas. Cuando el
problema no es histórico, lo es lingüístico, y si no, jurídico…”. Una cosa es
cierta: estos debates negociadores no terminarán antes del escrutinio. “Haremos
primero el grupo sin los polacos ni los húngaros, y después ya lo ampliaremos
gracias a nuestra capacidad de atracción”, apuesta un eurodiputado del RN
bastante optimista.
De todas formas,
incluso si Salvini y Le Pen consiguieran formar un grupo fuerte, su impacto
seguirá siendo limitado. Primero, porque los nacionalistas encontrarán en su
camino una coalición mayoritaria entre el centro-izquierda y el centro-derecha,
que ha gobernado desde siempre en el Parlamento europeo, y que, al parecer, va
a perdurar después del 26 de mayo. Después, porque los eurodiputados no tienen
iniciativa legislativa, que reside en la Comisión. Y, en realidad, son sobre
todo los Jefes de Estado y de Gobierno los que dan impulso político a la Unión
europea. “Con un comisario europeo nombrado por Salvini, podríamos hacer
escuchar lo que tenemos que decir”, sugiere un consejero de Marine Le Pen. ■ Fuente: Marianne